Considerado por algunos críticos como el “Picasso del siglo XXI”, Gerard Richter (Desde, 1932) es uno de los artistas más cotizados del panorama artístico. Su obra multifacética abarca la pintura en múltiples registros –figurativos y abstractos-, la fotografía… y ha acabado fundiendo ambos géneros con resultado asombroso, tal y como se pone de manifiesto en la exposición que la Fundación Telefónica exhibe en su sede madrileña. Sus comisarios: Sèrgio Mah y Markus Heinzelmann.
Más de cuatrocientas piezas, en su mayoría en pequeño formato, realizadas entre 1989 y 2008 describen su vida cotidiana, viajes, vacaciones, reuniones o paseos del artista, piezas ahora manipuladas por el pigmento y el gesto de pintar. Eran fotos que no encontraron acomodo en el álbum familiar, por lo que el autor quiso utilizarlas como soporte para jugar con esa imagen, de algún modo fallida, que en sus manos pictóricas encontraba una solución artística satisfactoria.
Son distintos los procedimientos que utiliza Richter para pintar las fotografías logrando con ello resultados variopintos. Unas veces arrastra parte de la fotografía aún húmeda y luego la levanta con cuidado, de manera que en las capas de óleo se forman dibujos, formas y curvas de diferente densidad y textura. Otras veces coloca la fotografía en un lugar cuidadosamente elegido al borde de la espátula y extiende la pintura sobre esta. O también salpica sobre la imagen gotas de pintura, que traen a la memoria el dripping de Pollock. Otras veces sumerge las piezas en laca diluida, etc. El espesor de la materia varía según las obras.
El trabajo de Richter plantea una vez más los límites y fronteras de la pintura o, lo que es lo mismo, hasta que punto puede la fotografía ser ahora soporte del arte del pigmento, después de haber sido su suplantadora durante las últimas décadas. La pintura, en gestos de abstracción, recubre, en esta exposición de Telefónica, la figuración de la fotografía.
Todo un símbolo, una tensión y un resultado espléndido en algunas piezas como cuando la pintura parece simular ramas horizontales en contraste con los árboles del bosque en la imagen. O cuando la gran materia de pigmento cobra relieve y se detiene a la altura de tres cuartos, en un deseo de respetar la proporción áurea. Magníficas las cuatro fotografías con una vela encendida como imagen de fondo o los nocturnos poéticos, casi románticos de una gran belleza.
La próxima exposición de la Fundación Telefónica es en honor del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, autor de Brasilia, la nueva capital brasileña del siglo XX y del gran centro artístico que se prepara en Asturias.
- ---------------------------------------
Gerard Richter. Fotografías Pintadas
Fundación Telefónica.
Gran Vía, 28. Madrid
Julio-Septiembre 2009-
Si (
No(
