Bankia es sólo el principio: en dos meses se saneará todo el sector

Se acabaron los parches. Si el sector financiero español tiene que saltar por los aires, que salte, pero antes del verano tienen que haberse saneado todos los bancos. Es la máxima del Gobierno y el motivo de fondo de todo lo que está ocurriendo esta semana.

Dicho con otras palabras. La nacionalización de BFA/Bankia es sólo el principio. El plato fuerte llegará el próximo viernes, con la nueva reforma financiera que se llevará al Consejo de Ministros.

Aunque todavía se está debatiendo, sus líneas maestras son las siguientes:

1-. Las entidades tendrán que provisionar entre 20.000 y 40.000 millones de euros más por sus activos inmobiliarios, que sumados a los 54.000 millones ya exigidos en la anterior reforma, obligarán a reconocer que los suelos y casas que tienen las entidades financieras valen un 50% menos de lo que tienen apuntado en sus cuentas. Todo un roto que puede llevarse por delante a gran parte de la banca mediana.

2-. Para cubrir ese agujero, se va a crear un banco malo, donde el Gobierno quiere dar entrada a inversores extranjeros. En función de cuánto dinero aporten estos fondos, menor será la inyección pública.

3-. A pesar de este banco malo, se da por hecho que muchas entidades serán incapaces de cumplir las nuevas exigencias y que necesitarán nuevas inyecciones del Estado y fusiones contrarreloj.

4-. Para terminar de rizar el rizo, no se descarta que el Ejecutivo endurezca todavía más los ratios de capital, que actualmente son del 8% para aquellas entidades que hayan vendido a socios privados el 20% de su capital; o del 10% para quienes no.

"Estas exigencias sólo pueden llevarse a cabo con ayudas públicas", señalan desde una entidad, donde recuerdan que, además de tener que reconocer ahora pérdidas millonarias por las nuevas provisions, el Gobierno también les está pidiendo que adelanten las aportaciones al Fondo de Garatía de Depósitos (FGD) de los próximos diez años.

Tarde y mal

Literalmente, muchos bancos no tienen dinero para todo lo que va a exigir el Gobierno. Y el problema es todavía mayor, porque el Estado sigue teniendo pendientes las subastas de Banco de Valencia, CatalunyaCaixa y Novagalicia.

Las tres tuvieron que ser intervenidas por el Banco de España y ahora el organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez les busca comprador. De hecho, los procesos de las dos primeras ya están en marcha, mientras que la tercera, en teoría, tiene de plazo hasta septiembre para encontrar una solución por sus propios medios.

El problema es que el Ministerio de Economía no quiere más prórrogas, lo que podría conllevar que la entidad gallega también tenga que sanearse, sola o por imposición del Gobierno, en un plazo de dos meses.

Suma y sigue, porque las subastas de todas las anteriores entidades intervenidas -CCM, CajaSur, CAM, Unnim- se han financiado con el dinero que había en el Fondo de Garantía de Depósitos, ahorrado en los años de vacas gordas.

Pero ahora esté maná se ha acabado y, según los cálculos del sector, apenas quedan unos 2.000 millones y las dos intervenciones más grandes de las que se han hecho: CatalunyaCaixa y Novagalicia.

"El Estado va a tener que meter mucho más dinero público que los 7.000 millones que podría inyectar en Bankia. Sólo con el Fondo de Garantía de Depósitos no se podrá financiar todo lo que queda", señalan desde otra entidad.

"Lo que se está haciendo ahora es lo que debería haberse hecho hace tres años, pero como siempre se ha ido poniendo parches, ahora vamos a tener que pagar 100 por lo que hubiera sido sólo 10 si su hubiera hecho a tiempo", lamentan desde otro banco.