El chileno Tito Lucaveche, alegría del arte naïf

Tito Lucaveche comenzó a trabajar su pintura sabia e ingenuista en los años 70 en la capital de España, pero años después dejó Madrid para acercarse al buen clima del mediterráneo malagueño. El autor está integrado en la lista de los artistas naïfs españoles y en este campo está considerado uno de los mejores por su dibujo preciso, gracioso enfoque y colorido particular.

El pintor chileno gusta de los ambientes de alborozo y fiesta de la Belle Epoque, de los primeros años del siglo XX, de los que representa, siempre en clave de humor, el imaginario de personajes bien trajeados y en sus viejos cacharros, junto a señoritas de cancán o enaguas llenas de encajes. Un mundo festivo y en apariencia feliz, por lo que Tito Lucaveche vendría a ser lo opuesto al satírico Groz que ironiza sobre la misma sociedad.

El homenaje a los grandes maestros o importantes cuadros de la Historia del Arte, es otro de los temas que aborda su pintura, ya que en los ambientes de salones, teatros o museos que representa, podemos contemplar piezas de Velázquez, de Manet… Los animales son otro capítulo de interés para el artista, fundamentalmente los gatos a los que parece tener una especial simpatía.

La obra de Tito Lucaveche se encuentra hoy en la mejores colecciones y museos especializados en el arte primitivo o ingenuista, nacido en las vanguardias históricas de la mano del francés Henri Rouseau, aplaudido por Picasso quien llegó atener varias piezas del mismo en su colección particular. Las exposiciones de Lucaveche tienen lugar en diversos países por lo que sus cuadros se encuentran repartidos por todo el mundo.

Los títulos de los cuadros del pintor chileno dan idea de los ambientes seleccionados por sus retinas y sus pinceles: “Teatro del Liceo”; “Cine Doré”; “El tranvía azul”; “Antigüedades San Jordi”; “Piel canela”; “El Molino de Barcelona”; “Jazz en Nueva Orleans”; “El gato y el colibrí”… No falta el clásico “La modelo y el pintor”, en el que Tito retratista parece esconderse tras el cuadro, mientras mira el reflejo de la mujer desnuda en un espejo. El artista es muy apreciado entre sus colegas del circuito artístico.

En suma, la pintura de Tito Lucaveche es un buen hacer lleno de maestría, ironía y humor al mismo tiempo, algo que se manifiesta en la profusión de personajes dentro de un conjunto expresivo de narratividad y armonía de color. El repertorio del pintor chileno es tan rico que parece interminable. El artista chileno ha triunfado en España y su reconocimiento por la crítica y los coleccionistas va más allá del país de residencia.