En el Reino Unido, se prohíbe levantar los brazos en la Montaña Rusa para no “atufar” al usuario que va en el asiento posterior

Para nadie es un misterio que según la idea popularmente extendida, los ingleses son muy poco aficionados al baño y al desodorante. De hecho, los británicos son los que menos consumen este tipo de productos de tocador por habitante y año y entonces, no resulta extraño que esta medida se adoptara luego de quejas expresadas por algunos visitantes durante la última ola de calor que experimentó el sur del país, según el director del parque, Mike Vallis.

La decisión, que ha ocupado espacios en los diarios británicos, levanta suspicacias. Pero un vocero del parque aseguró a la prensa que no se trata de una “estratagema publicitaria. Nosotros tomamos muy en serio las quejas de los clientes”.

El portavoz aclaró que de ningún modo se prohibirá la entrada a personas que huelan mal, pero dijo que se hablará con ellas, se le pedirá que usen desodorantes y, en casos extremos, se les trasladará a los asientos posteriores de los aparatos para impedir que las ráfagas de mal olor se expandan y afecten al resto de los visitantes.

La noticia que fue recogida por un popular periódico londinense, ha generado un aluvión de comentarios de los lectores que van desde la incredulidad por la medida adoptada por el parque de atracciones hasta la crítica, por algo que se estima (al menos en el Reino Unido), completamente normal (oler mal) puesto que en definitiva y según expresaba un lector del periódico británico, “el olor a sudor es algo normal y lo anormal es el uso de desodorantes artificiales para enmascarar algo propio de la naturaleza del ser humano”.

Por otro lado, hay quien cree que detrás de esta insólita medida aplicada por el parque de atracciones se esconde una hábil estratagema publicitaria puesto que la polémica ha conseguido poner en el foco de atención general al citado parque de atracciones.