Tras anunciar el cese del impuesto revolucionario, ETA parece necesitar ahora recursos económicos con los que continuar sus actividades, entre las que se encuentra el alquiler de pisos en Francia o la compra de material explosivo. Aunque algunos insistían en la que banda vivía de los ahorros de antaño, lo cierto es que parece que los empresarios que debían sus impuestos revolucionarios son los que podrían estar ahora siendo chantajeados.
El secuestro express parece ser el método por el cual ETA exige ahora esta 'ayuda' económica que podría ascender a los 4 millones de euros. Al menos, así lo refleja un documento extraído de la banda en el que se decía que, para llevar a buen término el alto el fuego, necesitan apoyo económico. Una cifra que supone el doble del presupuesto anual de ETA, con el que, dicen, podrían dejar de enviar el impuesto revolucionario.
A pesar de todo, no hay constancia evidente de que esos 4 millones de euros hayan llegado a las manos de ETA aunque, tampoco se descarta, sobre todo, teniendo en cuenta que otras las exigencias de la banda sí han llegado a buen puerto para los terroristas.
Así pues, parece que, a pesar del alto el fuego y las buenas proposiciones, que llevaron, entre otras cosas, a que la banda cuente de nuevo con apoyo político, gracias a Bildu, ETA mantiene la financiación con la que mantenerse a flote.