El ministro del Interior de Hessen, Boris Rhein, anunció que "no era aceptable" que profesores de Fráncfort usaran el velo debido a que los empleados públicos están obligados a ser "neutrales en cuanto a religión y perspectiva política".
La decisión se conoció después de que una profesora dijera en su escuela que quería usar un burka en el aula después de regresar de su licencia por maternidad.
Los debates sobre la prohibición del burka se han extendido a través de Europa después de que Francia prohibiera los velos musulmanes (que incluyen a los burkas y niqabs).
Sólo una pequeña minoría de mujeres musulmanas en Europa se cubre el rostro, pero sus velos se han convertido en un tema simbólico para los europeos preocupados por problemas como la crisis económica, la inmigración y la integración musulmana.
Un sondeo mostró el año pasado que el 61 por ciento de los alemanes apoyaba la prohibición del burka.
Los partidarios de la restricción incluyen a un obispo católico en Baviera y a la feminista más prominente del país, Alice Schwarzer. Pero los ministros del Interior y Justicia de Alemania se opusieron a imponer la medida.