Una alternativa a los tratamientos que tratan de volver a hacer crecer el pelo son los tatuajes capilares, también conocidos como micropigmentación capilar. Este tipo de tratamiento, es bastante seguro y ofrece importantes ventajas respecto a sus alternativas.
1.- No se trata de un procedimiento quirúrgico
A diferencia de un trasplante de pelo, en el que es necesaria la intervención de un cirujano para mover, literalmente, folículos de una parte de la cabeza a otra, el tatuaje capilar no requiere de procedimiento quirúrgico.
Tras consultar a los expertos de Skalp sobre la micropigmentación capilar, nos comentaron que efectivamente, los riesgos son similares a los de un tatuaje convencional, pero con la diferencia de que en este caso las incisiones son más superficiales y la aguja más fina.
2.- Ofrece resultados instantáneos
Al tomar medicamentos y someterse a otros tratamientos, hay que esperar semanas o meses para ver los efectos. Con los trasplantes, siempre se tiene la incertidumbre de si el pelo se volverá a caer o no. Sin embargo, con un tatuaje capilar tienes una idea muy aproximada del resultado desde el momento en que sales de la clínica y, en apenas 3 - 4 semanas, podrás considerar el resultado como definitivo.
No obstante, es cierto que los pacientes suelen tener que hacerse una revisión entre 4 y 6 años después del primer tatuaje. Por supuesto, esta revisión es mucho más rápida y barata.
3.- Más asequible que otros tratamientos
La micropigmentación capilar es más asequible económicamente que otros tratamientos como el trasplante, que por su propio riesgo requiere un precio más alto si se quiere realizar con garantías.
4.- Puedes olvidarte de la pérdida de cabello
Uno de los efectos más positivos de un tatuaje capilar es que el paciente puede olvidarse definitivamente de la pérdida de pelo. Generalmente, lo peor de la pérdida de pelo es la obsesión que genera. Las personas empiezan a vivir para su pelo y dejan de disfrutar de momentos y detalles de la vida por culpa de algo que en el fondo es una mera apariencia.
Un tatuaje capilar siempre está ahí. No requiere peinados imposibles, ni tampoco un mantenimiento excesivo. Claro que tendrás que cuidar la piel de tu cabeza, pero de forma similar a como cuidas tu piel cuando vas a exponerla al sol. No tendrás que estar pendiente de horarios de pastillas, dietas restrictivas, ni muchos otros problemas.
Conclusión
Un tatuaje capilar no te devuelve el pelo, pero sí te da el aspecto de tenerlo, haciéndote parecer más sano y juvenil. Lógicamente, si alguien te pasa la mano por la cabeza, se notará que no hay pelo, pero a simple vista, la mayoría de las personas no se darán ni cuenta.
A estos resultados, añadimos la comodidad de evitar pastillas y un exceso de productos capilares, un procedimiento mucho más seguro que otras alternativas y un resultado mucho más previsible.
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