- ¿Qué son los probióticos?
La Organización Mundial de la Salud define los probióticos como “microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del que los toma”. Pueden ser levaduras o bacterias.
En la propia definición de la OMS vemos que confieren un beneficio a la salud, por lo que queda demostrado que son algo más que una moda. No obstante, también es beneficiosa la Vitamina C y todos sabemos los excesos que se han cometido al respecto, haciendo que miles de personas la consumieran en su momento sin ser necesario este suplemento.
- ¿Cuándo es necesario tomar probióticos?
La flora intestinal tiene una importante misión en la digestión. Cuando la flora intestinal está dañada, el intestino no asimila parte de las vitaminas y nutrientes que ingerimos a través de nuestra dieta. Por el contrario, puede hacer que pasen al flujo sanguíneo toxinas que no deberían estar allí y que pueden dañar el sistema inmunológico.
Está demostrado que daños en la flora intestinal pueden estar en el origen de muchas enfermedades, incluso algunas degenerativas. Los probióticos, junto con los prebióticos, ayudan a regenerar la flora intestinal y a que la digestión sea mucho más efectiva y confortable.
El problema viene de determinar cuándo hay un daño en la flora intestinal que recomiende la toma de probióticos, siendo esta la parte más difícil, por el tiempo que pueden conllevar las pruebas para conocer si está dañada o no. Lo habitual es que se recomiende siempre tomar probióticos, pues su consumo no supone ningún problema para el organismo, haya o no, daño en la microbiota intestinal. Es una forma de prevenir o paliar los daños, en el caso que los hubiera.
Un problema habitual hoy en día son las intolerancias alimentarias. Cuando una persona tiene alguna intolerancia y consume, ya sea por error o por descuido, un producto que no debe, este causa una reacción que produce daños en la flora intestinal. Estos daños, a su vez, hacen que el intolerante se vuelva más sensible a los alimentos que le causan el problema.
Por eso, muchos médicos recomiendan a las personas con intolerancias que consuman de manera habitual prebióticos y probióticos para asegurar que su flora esté siempre en las mejores condiciones. Este consumo puede ser regular o puede hacerse varias veces al año, de manera intermitente.
- ¿Son todos los probióticos iguales?
Existen grandes diferencias entre unos probióticos y otros, en función de las bacterias y de las levaduras escogidas. Y también de sus cantidades. Un probiótico de calidad puede tener efectos muy beneficiosos en cualquier persona, mientras que un probiótico de baja calidad, puede no marcar diferencia alguna. Por eso es muy importante escoger productos de muy buena calidad que de verdad repercutan positivamente en el organismo.
En algunos casos los probióticos se combinan con otros principios para conseguir que jueguen un papel determinante en algunos problemas concretos, como, por ejemplo, cuando se combinan con Biotina y Vitamina A. Esta composición es ideal para personas con problemas de piel atópica, pues con esta formulación se consigue reforzar el sistema inmune, tan importante para estas personas, y a la vez, se influye positivamente en la piel con vitaminas específicas.
- No son una moda
Toda esta información nos permite llegar a la conclusión de que los probióticos no son una moda, sino una gran ayuda para la salud que no conocíamos en todo su potencial, pero, que hoy sabemos, pueden resultar de gran ayuda para poder luchar contra muchas enfermedades que tienen su origen en problemas digestivos o en problemas relacionados con el sistema inmunológico.
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