¿Quiénes deben contar con la certificación de eficiencia energética?
La eficiencia energética se toma midiendo el consumo de energía necesario que se utiliza para satisfacer la demanda en edificios o viviendas. De acuerdo a la mayor o menor eficiencia, se le da a cada edificio o vivienda un certificado de clase energética a la que pertenece.
Estas clases varían desde la clase A, que es la de las viviendas y edificios con mejor eficiencia, hasta la clase G, que son los menos eficientes.
En el certificado otorgado, también se realizan algunas recomendaciones para que el edificio o vivienda, puedan ascender uno o dos lugares en la clasificación, ya que esta clasificación influirá de forma directa en el valor de la propiedad.
La certificación de eficiencia energética en edificios, anteriormente sólo era exigible para las nuevas construcciones a estrenar, pero por directivas de la Comunidad Europea, en la actualidad es exigible para todos los edificios existentes al ponerse en venta o alquiler.
Es decir, que la normativa que entró en vigencia desde Junio del año 2013, exige que todo edificio, vivienda, o local comercial que sea nuevo o usado, y se quiera alquilar o vender, debe tramitar la certificación de eficiencia energética.
Importancia y utilidad de este certificado
Este certificado no sólo sirve para cumplir con las normas establecidas por el Real Decreto, sino que también permite el ahorro en facturas de servicios. Entre las recomendaciones que incluye el certificado, están las mejoras que se pueden realizar en el edificio o vivienda, para que su eficiencia “suba” en la clasificación, lo que permite un sustancial ahorro en los costes de calefacción y luz, y además la propiedad aumentará su valor.
Es un documento que le da veracidad a la calificación obtenida por el edificio o vivienda, y consta de una tarjeta o etiqueta que incluye la categoría de la eficiencia energética del edificio Clase A,B,C,D,E,F o G.
Además contiene la formalidad de los datos de la edificación, más los datos técnicos de quién certifica, cuál es el uso que se le da al edificio o vivienda, y qué procedimiento utilizó en la medición. A este certificado, más la etiqueta correspondiente a la clase, similares a las de los electrodomésticos, se le adjuntan las recomendaciones pertinentes, para que en el futuro la calificación pueda mejorar.
¿Cómo se lleva a cabo la certificación de una vivienda?
Siempre, para tener en cuenta a la hora de certificar una vivienda o edificio, el técnico debe visitar el sitio, y no basarse en planos u otros documentos. Se debe exigir que las mejoras que proponga el técnico certificador, sean especificadas con el mayor detalle, yque estas mejoras exigibles, tengan coherencia de acuerdo a lo que la vivienda necesita.
Las mejoras deben incluir el coste aproximado para su realización.
Esto último es importantísimo, pues estas mejoras pueden suponer un ahorro muy grande en la energía consumida, y que se vean reflejadas cada mes en las facturas de la electricidad.
La obligación de tener el certificado de eficiencia energética le corresponde a los propietarios, que lo deben tramitar antes de vender o alquilar su propiedad. De modo que el inquilino o nuevo dueño, debe exigir entre los documentos habituales, este certificado como norma legal.
Para ello, las Comunidades Autónomas han habilitado un Registro de Certificaciones, que hace de órgano de control. Algunas medidas a implementar pueden ser las siguientes:
- Mejorar los aislamientos térmicos.
- Utilizar lámparas de bajo consumo.
- Contar con electrodomésticos de última generación.
- Utilizar calderas de bajo consumo.
- Uso de cabezales termostáticos, o suelos radiantes.
Todo ello supone un coste, pero el ahorro que se obtendrá después, amortizará rápidamente el gasto.
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