Lucía Jalón Oyarzun y David Sánchez Usanos son los comisarios de la exposición que ha tratado de dar forma al concepto ambicioso de la misma, que se complementa con un buen catálogo clarificador de los muchos impactos que la exposición provoca en el espectador a través de las distintas pantallas que comunican momento o figuras históricas con sus objetivos. Juan Barja está también al frente del guión y vive con entusiasmo lo seleccionado. Un buen equipo, presume.
Una película al fondo de la pequeña sala expositiva del bajo del CBA – a modo de logia escondida- recoge fragmentos de películas de distintas procedencias nacionales y foráneas que cubren las distintas reivindicaciones sociales que la muestra quiere sugerir más que abarcar: política, , mujeres, refugiados…
Los textos van desde Leonardo da Vinci a Pier Paolo Pasolini… con el “No nos moverán” de los 60 y Joan Báez. Con formato de rizoma, de bucle, de espiral… El espectador tendrá que sacar sus propias consecuencias de todo el totum revolutum o acumulación de momentos históricos que se proponen.
“Habla tú también”, se recuerda, así como las censuras e imposturas. El poema de Paul Celan, la afirmación de Rosa Luxemburgo: “Quiero que todo sea lo que ha sido mi vida”. Emociones, sentimientos, sugerencias, proclamas, soflamas, poesía… todo cabe y alimenta, todo enseña y sin justificar lo que se pretende, muestra ideas y pensamientos, incuso irracionales.
Imágenes varias. Veintidós capítulos independientes en lo expuesto. Gustará o no, pero la exposición aporta información, documentación y visualidad.