Juncker descarta la salida de Grecia del euro

Según Juncker, "una salida de Atenas dañaría de forma irreparable la imagen de toda la Unión Europea en el mundo".

Al mismo tiempo, el presidente de la CE apela a los europeos a reconocer la dramática situación en la que se encuentra Grecia, donde un cuarto de sus habitantes no percibe ya ayudas sociales y el desempleo -sobre todo entre los jóvenes- se ha disparado.

"Tenemos que tener cuidado de que las circunstancias en Grecia no empeoren aún más. Lo que me preocupa es que no todos en la Unión Europea han entendido cuán seria es la situación en Grecia", agrega.

Juncker señala, además, que tiene previsto reunirse en las próximas dos semanas con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, quien busca el apoyo de esta institución ante la situación de su país y las perspectivas de una escalada de la disputa con sus socios europeos.

"Hace unos días que ya mantengo conversaciones con el señor Tsipras para concretar una cita para una visita a Bruselas", confirmaba Juncker en unas declaraciones que adelantaba ayer el dominical.

No obstante, el presidente de la CE quiere mantener este encuentro una vez celebrada la sesión del Eurogrupo este lunes en Bruselas, en la que se abordará el plan de seis reformas que propone el Gobierno griego.

"En las próximas dos semanas seguro que nos veremos. Pero no quiero que las decisiones del Eurogrupo se vean obstaculizadas por cualquier tipo de contacto paralelo", subraya.

Asimismo, Juncker rechaza "especular sobre lo que debe pasar en julio", una vez expire la prórroga del programa de rescate aprobado la semana pasada por el Eurogrupo.

En la misma entrevista, el luxemburgués se pronuncia a favor de un presupuesto común para los miembros de la zona euro, así como un ministro de Finanzas para los países que comparten la moneda comunitaria.

"Estoy a favor de que los estados de la eurozona cuenten a medio plazo con fondos presupuestarios comunes con el fin de dirigir la economía", declara.

También la creación de un ministro de Finanzas del euro sería imaginable, aunque para la creación de un cargo así serían necesarios "enormes cambios en el tratado" y los países miembros tendrían que estar dispuestos a renunciar a soberanía, reconoce.

"Si no hemos sido capaces ni siquiera de imponer el nombre de ministra de Asuntos Exteriores europea para la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Ningún ministro de Exteriores nacional abandona el terreno con tanta facilidad", señala.

Lo que está claro, es que un ministro de Finanzas de la eurozona necesitaría una autoridad fiscal a nivel global europeo y tendría que ser controlado por el Parlamento,