Castillo de La Mota: La última  morada de Isabel La Católica 

En él Isabel la Católica pasó sus últimos días y dictó testamento en Medina del Campo antes de fallecer en 1504. Con fines culturales y turísticos se ha diseñado una ruta para rememorar aquellos últimos días de Isabel de Castilla (más conocida por Isabel la Católica), que  nació en 1.451 en Madrigal de las Altas Torres, una pequeña localidad de la provincia de Ávila, situada a tan sólo 27 kilómetros de Medina del Campo.

Su agitada vida familiar y política la llevó con corta edad a asentarse en Medina, la ciudad más importante de esa zona. En 1468, su hermanastro, Enrique IV, la reconoció como princesa de Asturias. A partir de ese momento, se convirtió en la Señora de Medina, uniendo buena parte de su destino al de la ciudad, donde destaca  la silueta del castillo de La Mota.

Fue en 1440 cuando la familia Fonseca comenzó a edificar el actual castillo sobre la esquina de un antiguo recinto árabe. La construcción fue dirigida por arquitectos mudéjares, que idearon un novedoso diseño marcado por el foso, la barbacana que rodea el conjunto edificado y la Torre del Homenaje, de 42 metros de altura y cinco pisos. El castillo  consta de dos recintos. El  exterior, en el que blasona el escudo de armas de los Reyes Católicos, rodea completamente la fortaleza y es de estilo mudéjar. Al él se accedía gracias a un imponente puente levadizo, que en la actualidad es fijo. Este recinto alberga los almacenes, las mazmorras y un gran número de galerías subterráneas y pasadizos fascinantes.

La parte interior está compuesta por cuatro torres y un patio cuadrado. Allí se encuentran las habitaciones del castillo, además de las bodegas, las cuadras, y otras dependencias. Especialmente interesante resulta visitar el famoso Mirador de la Reina. Una cámara del siglo XV cubierta por una bóveda policromada espectacular. Y que, como su nombre indica, era la estancia preferida de Isabel la Católica.

La ruta de Isabel la Católica

Para visitar Medina del Campo, no hay nada mejor que seguir la llamada Ruta de Isabel la Católica, un itinerario trazado en honor de la reina, que recorre la huella que dejó en el lugar vallisoletano, de tres horas de duración. La visita incluye el Palacio Real Testamentario, la Colegiata y el Castillo. Se puede ampliar el recorrido acercándose hasta Las Reales Carnicerías, el Museo de la Ferias, el convento de Santa María la Real o el Centro de las Huellas de la Pasión.(Para información de las visitas guiadas: 983 810 063)

El Palacio Real Testamentario, la última morada de la reina en la ciudad, se sitúa en la Plaza Mayor, junto a las casas consistoriales y se ha  convertido en un centro de interpretación y estudio sobre su vida.

Continuaremos el recorrido por el propio castillo, el monasterio de Santa María la Real y la iglesia colegiata de San Antolín, otra joya mudéjar. El edificio que más llama la atención, curiosamente, es quizás el más modesto de todos: las Reales Carnicerías. En su origen era lo que se supone, el mercado central de la tan preciada carne para los habitantes de la comarca. Actualmente, más de 500 años después, este edificio rectangular sigue siendo, básicamente lo mismo; un mercado de provisiones. Funciona cinco días a la semana (todos menos lunes y jueves).

Si nos queda tiempo y ganas, podemos cerrar nuestro periplo en el Museo de las Ferias, en la iglesia de San Martín, que recoge la rica historia mercantil de Medina del Campo.

Pero, claro, en la Plaza Mayor, el voltear de las campanas nos anunciará la celebración de los oficios religiosos en la Colegiata de San Antolín, un templo de proporciones catedralicias, digno de conocer. Construido entre los siglos XVI y XVII destaca por sus bóvedas de crucería. Sobresaliente es la capilla de Las Angustias. De su torre, de cinco cuerpos, destaca el reloj y sus “maragatos”. Desde el año 2012  es accesible para el público.

La importante actividad  ferial se remonta a los siglos XV y XVI. Hoy en día sigue teniendo gran actividad comercial  todos los domingos. La localidad es conocida, también, por la importancia del sector del mueble.

Mención especial a su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, que comienza el  Viernes de Dolores y durante diez días se sacan a la calle la más notable imaginería renacentista castellana, escoltadas por ocho cofradías.

Gastronomía

Medina del Campo se encuentra dentro del territorio englobado en la Denominación de Origen de Rueda. Los blancos, como la cepa verdejo, desde el siglo XI, tienen gran fama entre los enólogos.  El cochinillo y lechazo están entre los principales platos de la comarca. También destacan las aves y las piezas escabechadas.

Para acabar una buena comida es muy recomendable la repostería. En Medina del Campo podemos degustar unas cocadas o las torrijas de leche.

Información turística de Medina del  Campo en www.medinadelcampo.es y en el teléfono 983 811 357.