¿Qué son los agapornis?
Conocidos también como inseparables porque conservan la misma pareja, son loros pequeños de tamaño y con cola corta, que presentan un plumaje llamativo, con colores en tonos verdes esmeralda, azul y naranja, manteniendo su pico de color rojo o marfil.
Debido a su tamaño, de 13 a 16 cms. aproximadamente, son mascotas adecuadas para tener en casi cualquier sitio ya que no ocupan gran cantidad de espacio.
Estos pequeños amiguitos son originarios de África donde pueden encontrarse en su hábitat natural. La especie está compuesta por 9 variedades, las cuales viven en diversas zonas del continente Africano, como bosques, sabanas y zonas despejadas, pero siempre manteniéndose cerca de alguna fuente de agua.
Significado del nombre
La palabra agapornis viene del vocablo griego aga, que significa amor y ornis, que se traduce como pájaro, dándole a la especie el nombre de “pájaros del amor”. Esto se debe a que las parejas reproductoras suelen ser muy amorosas entre sí, compartiendo comida directamente de sus picos, durmiendo acurrucados y acicalándose mutuamente.
Popularidad de los agapornis
Teniendo en cuenta que son animales adorables y que suelen vivir entre 12 a 15 años en cautiverio, estos pequeños se han ganado el corazón de muchas personas, las cuales suelen tenerlos en parejas y críalos junto a sus familias.
Además sus cuidados son bastante sencillos, ya que se alimentan de semillas, granos, frutas, hierbas o brotes, los cuales pueden encontrarse con facilidad durante todo el año.
Pese a ello, debes considerar que su alimentación sea equilibrada, puesto que comiendo solo semillas mixtas no lograrán contar con todo lo que necesitan para mantenerse sanos y felices. Puedes acudir a tu veterinario de confianza para que te indique la mejor manera de alimentarlo de forma adecuada.
Cuentan con un carácter bastante dócil si se le cría junto a los humanos desde pequeños y si se mantienen como papilleros llegan a ser bastante sociales, convirtiéndose en amigo fiel de las personas a la que más se sienta apegado. No obstante, si se adquieren adultos o no se crían como papilleros se hace bastante complejo que lleguen a ser domesticados, puesto que no son de fácil aprendizaje.
El peligro de los agapornis
Ciertamente en estos pequeños amiguitos no existe un peligro real que se le pueda achacar a la especie como tal. Sin embargo si existe un gran peligro inherente a la forma en la que se adquieren los ejemplares de estos animalitos. Su venta y distribución se encuentra regulada por la ley, debido a que pueden encontrarse infectados con alguna enfermedad o contaminados con agentes que pueden causar enfermedades en los humanos.
Tal es el caso reciente de una familia que fue infectada de neumonía por una partida ilegal de agapornis. El hecho tuvo lugar en Murcia, donde se comenzó una investigación a raíz del padecimiento de neumonía de 4 miembros de la misma familia. Durante el proceso, se dio a conocer que un hombre mantenía un presunto criadero de estos animales de manera ilegal.
La alarma fue dada debido a la rareza del brote y a que la familia había adquirido recientemente algunos agapornis de forma poco ortodoxa. Según comentaron, la compra se dio en una vivienda de huerta, donde de manera ilegal se hacía entrega de estos ejemplares a particulares sin el menor cuidado o control sanitario.
Esto dio pie a que se le hiciera una visita a la finca indicada para corroborar la información en conjunto con el veterinario municipal. La sorpresa fue que no se encontraron con un par de jaulas con algunos ejemplares, sino con más de un centenar de aves en todo el sitio
Como siguiente paso fueron llamados los especialistas del Seprona y las consejerías de Agricultura y de Salud para poder darle el tratamiento adecuado al caso, teniendo en cuenta su extensión.
Es así como se detectó un brote de neumonía atípica en algunos vecinos que poseían agapornis, haciendo mucho más grave el problema presentado por este criadero, el cual se comprobó cómo no registrado poco tiempo después de comenzar la investigación.
Se estimó que las malas condiciones higiénicas en las que se encontraban los agapornis pudieron ser las causantes de las enfermedades que posteriormente fueron confirmadas. Para ello, se debieron inmovilizar a las aves y tomarles una primera muestra para un test rápido, donde se encontró positivo a clamidia.
Un estudio posterior y más exhaustivo dio como resultado que 6 de las 10 muestras tomadas contaban con el positivo para clamidiosis.
En conclusión, las autoridades establecieron que este brote no representa un riesgo para la población, procediendo a la incautación de las aves, las cuales serían sacrificadas para eliminar totalmente el riesgo, dada las altas cantidades de infectadas que existían en dicho grupo.
La investigación se mantiene abierta para asegurar que no quedan algunas aves enfermas aún por la ciudad.
Esta noticia da a conocer de primera mano la necesidad de cuidar los establecimientos en los que adquirimos a nuestras mascotas, teniendo presente que tenga un registro y cuidado sanitario adecuado.
Por otro lado, la visita al veterinario es fundamental para establecer que el animal se encuentra sano y que no representa un riesgo para ningún miembro de la familia.
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