Lo que quizás no previó la baronesa fue que una parte de la zona ajardinada, precisamente la que se encuentra enfrente del Ministerio de Sanidad, antigua sede de los sindicatos verticales, fuera utilizada como campamento con sus alineadas tiendas de campaña, en el que se alojan una serie de individuos que han decidido que ellos quieren vivir a costa de los demás.
El recinto tiene una bandera en forma de pancarta orientada al Ministerio que dice ¿Dónde están las subvenciones ¿Ni especifica cuáles son ni yo me molesté en averiguarlo. No pedían inversiones estatales, programas de formación para sustituir los empleos perdidos por otros nuevos o actuaciones similares que permitieran mirar al futuro, no ,piden que entre todos les subvencionemos para poder seguir mirando al pasado, sea cual sea y que el Estado se aplique la teoría del zapato estrecho , que una vez comprado hay que calzarlo aunque lastime porque se ha realizado la inversión olvidándose de que es mucho más barato tirar el inútil zapato a la basura y comprarse uno nuevo que se ajuste adecuadamente a las circunstancias.
Les convendría saber a los buscadores de subvenciones que en los países de tradición socialdemócrata, tipo Suecia, no se protegen los puestos de trabajo que los empresarios crean o suprimen, en general con el apoyo de los sindicatos que suelen ocupar puestos en los Consejos de Administración, sino a los trabajadores a los que, además de un generoso seguro de paro, se les ofrecen los necesarios cursos de formación en las profesiones en las que hay demanda y se les ayuda a acoplarse a las nuevas circunstancias que a veces incluyen un traslado de domicilio.
Aquí lo que muchos desean es recibir la subvención en la misma oficina de correos de siempre en el lugar en el que estaba la industria obsoleta que ha desaparecido, sin darse cuenta de que incluso la citada Oficina desaparecerá también con los puestos de trabajo.