La naturaleza –el mar y la noche- y el tiempo laten en la poesía de Aranda, que se confesó admiradora del poeta Antonio Gamoneda, “mi biblia, porque sus poemas son un viaje de ida y vuelta”.
Pilar Aranda López (Madrid, 1947)es licenciada en Derecho y maestra de Primera Enseñanza y ha colaborado en diversas revistas y antologías poéticas. Actualmente coordina la tertulia poética Buero Vallejo en la Biblioteca Pública Municipal de Canillejas (Madrid) y en la revista Oleaje.
“La poesía de Pilar Aranda refleja lo positivo y acaba siempre en la esperanza”, se dijo en la tertulia.
Entre los asistentes al acto, la poeta María Victoria Reyzabal, Eduardo Velázquez y Marín Aranda, entre otros.
LOS TEJADOS NEGROS
Desde mi ventana, el horizonte
queda detrás de los tejados negros.
Por los tejados negros se va el sol ahora.
La hora de-solada de la tarde.
El cielo irá cerrando…
Y cuando el cielo va cerrando
con suave mano,
como una despedida provisional y lenta,
no sabe que ya tengo detrás,
sobre mi cuello,
el aliento de la noche
y su negra cordura,
que con muda ambición
y oblicuos pensamientos,
sin quitarse la ropa,
sin dar la cara,
me volverá a pedir el alma.
Pilar Aranda