El Espacio de Graves y Agudos es el nombre del teatro de la casa encantada –una pequeña mansión con mucha historia detrás-, en la madrileña calle Ayala, una sala multiusos siempre a disposición de la cantante Fátima Moreno y su arte.
El día de los Santos Inocentes, 28 de diciembre, entre muñecos recortables de la festividad, Fátima Moreno convocó a todos sus amigos –y amigos de amigos- para celebrar su cumpleaños y nos deleitó con una serie de boleros, abriendo y cerrando el espectáculo, por el que desfilaron en su honor numerosos artistas y rapsodas amigos como:
Carlos Guerrero, Carmen Molina, Juan y Pilar Riñón, Tina Barriuso, Oscar Gatica, Oswaldo Fernández, María José Gurpegui, -Ángela, Eugenio, el Gaucho de la Moncloa, Javier con su armónica… todos ellos acompañados por los músicos cubanos Daniel Chaves, a la guitarra, y Andrés Sarría, Sarry, a la trompeta y en percusión.
El desfile de intérpretes terminó con un baile del cha-cha-chá vacilón y una afectiva foto de familia en el escenario. La mayoría de estos artistas actuaron en conjunto el Teatro Alcalá el día 2 de diciembre, a favor de una causa solidaria.
Entre los asistentes al acto no faltaron creadores del mundo de las artes visuales y publicitarias como Adriana Zapisek y su inseparable esposo, el empresario Mario Saslovsky; la pintora Merecedes ballesteros y su inseparable compañero, el celebrado acuarelista Pablo Reviriego; la galerista Rosa María Manzanares y su adjunto esposo el pintor Eugenio López Berrón; la crítica de arte Carmen Valero y no lejos el director de cine Julio Mendoza, entre colegas publicistas y Antonio Molina, presidente del Club de fans de Carlos Gardel, al que Oswaldo dedicó un tango.
A la salida, Cándido Pérez, atento anfitrión, tuvo la gentileza de dedicarnos a los periodistas su libro La huella de la publicidad. Crónica de unas marcas bien anunciadas, que publicara en su día la editora Almuzara.