Los indígenas ayoreo-totobiegosodes, cuyos familiares no contactados se esconden en las últimas parcelas de bosque que todavía quedan en el occidente de Paraguay, presencian con impotencia cómo empresas ganaderas invaden de forma ilegal su territorio y arrasan su bosque.
Los ayoreos han descubierto recientemente kilómetros de cercas de ganado construidos ilegalmente en su territorio
El Gobierno de Paraguay ha ignorado sus ruegos que piden intervención.
Imágenes satelitales muestran que dos compañías, Yaguareté Porâ S.A e Itapoti S.A., desafían la legislación nacional y el derecho internacional en una carrera por deforestar todo el bosque que sea posible. Al frente de Yaguareté se encuentra el terrateniente ganadero Marcelo Bastos Ferraz, quien a principios de este año rechazó una petición de los totobiegosodes para que dejara de destruir su bosque, su hogar.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos está investigando la difícil situación que afrontan los ayoreos y mantuvo recientemente una reunión con los ministros del Gobierno para preguntarles por qué la petición territorial de los totobiegosodes, presentada en el año 1993, todavía no ha sido resuelta.
El occidente de Paraguay, hasta hace poco cubierto por un manto de bosque, registra ahora la mayor tasa de deforestación del mundo.