Quizás en este mismo momento, hay miles de personas pensando en que si todos accionáramos al mismo tiempo en una determinada dirección, muy distintas podrían ser las cosas y, hacer causa común, es más fácil de lo que parece. ¿Está Ud. harto/a de las inmorales subidas de la luz eléctrica?...¡¡¡haga un boicot a su compañía de electricidad!!! y propóngase apagar las luces de su casa todos los días una hora, por ejemplo. Además de ahorrar dinero, hará que la Eléctrica del caso vea mermas en su facturación. Si todos los ciudadanos hacemos lo mismo, la compañía eléctrica tendrá que tomar medidas y, ciertamente, no será volver a subir el recibo. Y así, ganamos todos, pero esto, hay que hacerlo con constancia y regularidad.
En otros países como EE.UU. por ejemplo, la conciencia colectiva funciona de otra manera y poderosas industrias de la alimentación han visto tambalear sus estructuras comerciales por el “plantón” de los consumidores. Es famoso el boicot que hace algunos años decidieron hacer a la industria del huevo, un elemento imprescindible en el desayuno de los norteamericanos. Los productores decidieron unilateralmente, subir el precio de este componente básico en la dieta norteamericana y ante ello, (y merced de una campaña organizada por una asociación de consumidores) el público norteamericano decidió dejar de comprar huevos durante… ¡tres días!.. tiempo suficiente, para que la industria se tambaleara. ¿Resultado?.. al cuarto día la industria resolvió dejar si efecto la subida de precio con el consiguiente beneplácito de los consumidores.
Si nos los propusiéramos, podríamos cambiar de manera silenciosa y efectiva, TODO, SIN EXCEPCION...(y cuando digo TODO, digo TODO...)