El buen doctor samaritano

Ya todos habían salido de la cafetería, el brasileño se fue a su consulta a unas cuadras de la clínica, el peruano, el argentino y el uruguayo asistieron a un seminario cada uno (cada cual por su especialidad), el colombiano en la misma clínica atendió a una ancianita con artritis y artrosis, la venezolana fue de voluntaria a la cruz roja y el pediatra chileno se quedó en la clínica sin pacientes, revisando correos desde Chile, de su familia y amigos, el estaba solo en Washington.

Esa noche a todo este grupo de médicos le tocó turno en la clínica.

El pediatra chileno además tenía turno en un consultorio del Bronx, pero esa noche prefirió darle prioridad a la clínica, por que presentía que esa noche algo podría pasar.

Mas tarde ya avanzada la noche se encontró en la cafetería de la clínica con el psicólogo argentino y el matrón peruano, les comentaba lo de su extraño presentimiento:
“Se los digo mis colegas esta noche algo va a pasar”.

Los doctores respondieron casi al unísono:
“Tranquilo colega no pasará nada”.

PERO SE EQUIVOCABAN.

El reloj marcaba exactamente las 5:57am todavía el cielo no aclaraba ni las aves cantaban cuando sucedió lo peor.

Empezó el mega sismo terremoto súper movimiento telúrico o como quiera que se le llame.

Entre 2 y 3 minutos duró, primero hacia arriba y hacia abajo, luego de izquierda a derecha y finalmente para adelante y hacia atrás.

La clínica con todas las tecnologías del mundo yacía en el suelo.

Se escuchaban los gritos de auxilio y no era para menos un macizo de 14 pisos ahora solo tenía uno y el subterráneo, lo demás en el suelo todo, de repente se empezó a sacudir nuevamente la corteza terrestre fue de mucha menor magnitud.

El pediatra, una secretaria de la recepción de ya la ex clínica y el geriatra colombiano comenzaron a remover escombros, la secretaria encontró viva y bastante bien a la cocinera de la cafetería, solo se había hecho un tajo en el brazo con un cristal caído. Por su parte el pediatra encontró muertos y bastante aplastados los cuerpos del peruano y el argentino.

Poco a poco se fueron parando los otros médicos ya eran casi las 6:30 de la mañana cuando al piso 1 de la clínica volvió la energía eléctrica, encendieron una TV y en las noticias decían:
“Por lo menos 5 millones de muertos, todas las casas con algún tipo de daño estructural o simplemente en el suelo, grado 9.4 en la escala de Richter, 9.6 en la de Mercali, los estados de Florida y Manhatan en el suelo completamente, gracias al terremoto todas las costas oceánicas del hemisferio norte habían sido azotadas por olas de mas de 50 metros, en los campos ranchos enteros en el suelo, animales muertos, el presidente de los estados unidos de América muerto en la casa blanca, también en el suelo”.

Los doctores sobrevivientes y los trabajadores de la clínica fueron beneficiados por una línea aérea de Canadá para devolverlos a sus países, antes del vuelo llegó una familia norteamericana al hospital a ofrecerles alimentos y agua a los que ahí estaban, por supuesto todos aceptaron, pero a cambio de revisar a su hijo que estaba muy enfermo, nadie quiso, entonces el pediatra chileno lo revisó, tenía la fiebre muy alta, según el niño de unos 6 o 7 años sufría mareos y dolores de cabeza, el pediatra le dio un paracetamol y un calmante, luego llegó el avión y la abordaron el pediatra invitó a la familia a rearmar su vida en Chile el prestaría hogar y comida y les enseñaría el idioma, ellos aceptaron pues su casa estaba en el suelo y había sido saqueada por pandilleros que se enfrentaban con la policía en esos momentos y una bala perdida dio en el pecho del doctor, decidieron llevarse el cuerpo en el viaje.

Se bajaron en sus respectivos países los sobrevivientes y en Chile bajaron el cuerpo del doctor, que de pronto se puso de pié y a caminar veía que no estaba la familia estadounidense con la que venía cuando ve a su hijo jugando fútbol con el niño norteamericano, besó a su esposa saludó a los estadounidenses y de pronto… DESPERTÓ….

Abril de 2010