Ezcaray, primera villa turística de La Rioja junto a la sierra de la Demanda

Los vascos descubrieron el lugar hace tiempo y eligieron Ezcaray como sitio de fines de semana y vacaciones, hoy, los madrileños han rebasado en visitas a los vascos. En verano, durante el mes de julio se celebra el consolidado Festival de Jazz en el parque El Tenorio y poco antes del de Magia. Los cursos de música clásica de la Universidad de La Rioja también añaden conciertos a Ezcaray, este año con la presencia del violinista Ara Malikian.

Diego Bengoa de la Cruz, licenciado en Empresariales y alcalde de Ezcaray “24 horas y faltan horas”, habla orgulloso de su villa y las nueve aldeas que completan el panorama paisajístico y turístico de la comarca: Ojacastro, Zorraquín, Santurde, Santurdejo, Valgañón, Zalduenda…

Para el alcalde de Ezcaray “el cogollo turístico de La Rioja está formado por Nájera, San Millán de la Cogolla, Santo Domingo, Haro, Ezcaray…” El primer edil recuerda que “la gastronomía de Ezcaray es de las más potentes, como lo demuestran las dos estrellas Michelin que ha merecido el Echaurren, hotel gastronómico, algo que atraerá seguramente a rusos a los que estamos esperando. De momento han llegado por aquí australianos, americanos o japoneses”.

Los caparrones con todos los sacramentos son el plato de la comarca más celebrado, y pueden degustarse hasta en verano, una estación corta y fresca en Ezcaray porque dura los meses de julio y agosto. “Se decía que Ezcaray sólo tiene dos estaciones, la de verano y la del ferrocarril”, hoy desaparecido el tren, pero no su estación”, bromea el alcalde.

Además del turismo, Ezcaray cuenta con una riqueza industrial de manufactura de butacas de teatro y estadios de gran reconocimiento, así como de mantas, chales y bufandas de lana mohair de gran refinamiento, que trabaja para las grandes firmas de moda.

Al alcalde Bengoa le gustaría que alguna de las casonas privadas de Ezcaray, como la del Conde, la del Ángel, la de la Cigüeña o la Casa del Cura fueran visitables para los turistas, para dar idea de la arquitectura, la  belleza y el modo de vivir de las grandes familias del pasado.

 “Ezcaray, que tiene una población de dos mil habitantes censados, llega casi a veinte mil en verano, donde hay numerosas segundas viviendas para visitantes para los que llegan a la villa durante los fines de semana todo el año”, explica el alcalde Bengoa de la Cruz.

La Jornadas Micológicas durante la segunda semana de noviembre, son otro atractivo de Ezcaray, así como el senderismo y los circuitos de bicis, incluso de los coches todoterreno, que acudieron casi un centenar en la reciente convocatoria.

La Vía Verde a lo largo de las riberas del río Oja es un proyecto muy acariciado por el alcalde. Va de Ezcaray a Zorraquín, 800 metros cerca del río, junto a la que se establecerá un parque gimnástico para mayores, que hoy no existe. “También hay actuación en las orillas de  la arboleda del  sur, una alternativa a la carretera, hoy algo peligrosa”, explica Bengoa.

La ermita de la Virgen de Allende, donde se están restaurando los frescos, cuenta con una curiosa colección de ángeles arcabuceros y está situada al final de un umbrío paseo de plátanos. Por otro lado, el poeta Armando Buscarini, adalid de escritores malditos, es hijo de Ezcaray que le ha dedicado una calle y una placa en su casa natal.

El alcalde Bengoa no olvida ningún aspecto de la villa de Ezcaray, pues menciona con orgullo el Fuero de  repoblación, otorgado por el rey castellano Fernando IV en 1312, cuyo gran  facsímil preside el salón de plenos del Ayuntamiento.  “Hace dos años celebramos su séptimo centenario”.