A caballo entre Madrid y su pueblo natal toledano, donde cuenta con una casa estudio, a Eusebio López –ésta es su firma artística- le gusta practicar el dibujo con el desnudo, sobre todo femenino, como símbolo de la proporción áurea por excelencia, por eso ha acudido siempre a las sesiones de modelo que el Círculo de Bella Artes de Madrid ofrece a diario a sus socios en la planta sexta.
En el Círculo de Bellas Artes ha conocido, como otros numerosos colegas, a la célebre Trini, una modelo de gran pose y elegancia, de la que se decía que aún dormida no perdía la compostura del saber estar y posar.
Eusebio López comparece periódicamente en una exposición de galería o de institución, porque conviene tener una cita periódica con el público y la crítica; lo hace, sobre todo en Madrid, donde ha expuesto, entre otros espacios, en el Club de Arte.
A veces juega con divertimentos de desnudos femeninos y rostros de actrices famosas y ausentes como Ava Gadner, Marilyn Monroe o la modelo Kate Moss. Mixtificaciones insólitas. La belleza y la expresión de estos personajes le cautivan y no puede menos de representarlas.
Los retratos llevados a cabo en su larga trayectoria pictórica –comenzó a exponer en los 70— van desde la lejana Niní Montián a la reciente Victoria Vera en una soberbia pose, desnuda y sentada en su propio cuerpo, un retrato de gran acierto, sutil y delicado.
Eusebio López cuenta también con retratos de la duquesa de Alba y su hija Eugenia Martínez de Irujo, Carmen Martínez-Bordiú, Julio Iglesias y numerosos rostros de la alta sociedad.
Capítulo aparte merecen los retratos a grafito, donde su maestría para apresar tenues detalles de luces y formas es asombrosa. Una vez más, los retratos a lápiz sobre papel constituyen una serie fecunda en su trabajo artístico.