"Con profunda tristeza queremos comunicar que Winnie Madikizela-Mandela ha fallecido este lunes 2 de abril en el hospital Netcare Milpark de Johannesburgo, Sudáfrica", informó el portavoz de la familia Mandela, Victor Dlamini, en un comunicado.
Madikizela-Mandela (Bizana, Cabo Oriental, 1936-2018) ha fallecido "tras una larga enfermedad" que la ha hecho ir y venir del hospital desde principio de año y por la que ha "sucumbido pacíficamente en las primeras horas de la tarde del lunes" rodeada de su familia.
La reconocida activista sufría una infección en los riñones por la que fue hospitalizada y dada de alta el pasado 20 de enero.
"Madikizela-Mandela fue uno de los grandes iconos de la lucha contra el apartheid", alegó la familia, que se declaró "profundamente agradecida" con su figura.
La familia precisará próximamente los detalles sobre el funeral y actos de conmemoración.
Winnie y Nelson Mandela se separaron en 1992, dos años después de la salida de "Madiba" de la cárcel -tras 27 años preso- y dos años antes de que él se convirtiera en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Se conocieron en 1957 y contrajeron matrimonio en 1958, y su divorcio se hizo efectivo en 1996.
En 1994, tras las primeras elecciones democráticas, Madikizela-Mandela fue nombrada diputada y viceministra de Arte y Cultura.
Y ha sido diputada desde entonces, a pesar de las pocas apariciones en los últimos años.
Antes de su muerte, Madikizela-Mandela seguía siendo una figura de referencia dentro del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido gobernante en Sudáfrica desde las primeras elecciones democráticas, tras el fin del apartheid, en las que se alzó con la victoria su exmarido (1994).
-Una figura polémica-
En 1964, cuando Nelson Mandela fue condenado a cadena perpetua dejó atrás a su esposa y sus dos hijos. Ese también fue el comienzo de una etapa llena de actividad político para Madikizela-Mandela quien, en los 27 años en los que su esposo permaneció en prisión, solo pudo verlo en cuatro ocasiones.
Pero las dificultades no terminan ahí. En 1969 Winnie Madikizela-Mandela terminó sentenciada a 491 días de prisión por haber hecho el saludo de su partido político, algo estrictamente prohibido durante el periodo del apartheid. Al final del encierro, Winnie afirmó que su alma se había “purificado más que en ninguna parte” y volvió a libertad solo para ser objeto de otra arbitrariedad: en 1977 Winnie y sus dos hijas fueron trasladadas a la fuerza desde su casa en Soweto a un asentamiento en la provincia de Orange.
Nada volvió a ser igual para Madikizela-Mandela. En 1986, con el régimen del apartheid debilitado, Winnie regresa a Soweto y se rodea del grupo de huérfanos que formaba el Mandela United Football Club, una organización que, a pesar de su nombre, no tenía intereses deportivos y que, con el tiempo, se convirtió en la herramienta para que Madikizela-Mandela ejecutara su nuevo propósito: promover el asesinato de personas negras que colaboraran con el régimen.
En esa época surgió uno de los fantasmas que perseguiría la carrera política de Madikizela-Mandela: la muerte de Stompie Moeketsi, un niño de 14 años que fue secuestrado y asesinado por miembros del Mandela United Football Club. Los hechos regresaron cuando en 1997, nuevas revelaciones sobre el caso impidieron que Winnie renunciara a aspiración a convertirse en vicepresidente de su partido.
Justo un año antes, Nelson Mandela y Winnie oficializaron su divorcio, pero las cosas no se pondrían mejor para la “madre de la nación”. En 2003, tuvo que hacerle frente a 43 cargos de corrupción que terminaron en una condena de cinco años y ocho meses en la cárcel, una sentencia que logró apelar un año más tarde pero que marcó el comienzo del ostracismo en el que transcurriría gran parte del resto de su vida, a pesar de seguir cosechado victorias electorales y de ocupar varios cargos públicos hasta el final de su vida.
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