El libro, que ha sido un best-seller internacional, se divide en cuatro partes tituladas: La prisión, La huida, La libertad y La curación. La novela va dedicada a cinco generaciones de su familia que que murieron o sobrevivieron al holocausto. Una hermosa foto en blanco y negro habla de la belleza y elasticidad de Edith en su juventud.
Se trata de la primera novela de la autora Edith Eger (Kosice, Hungría, 1927) psicóloga residente en los Estados Unidos, discípula del célebre neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, después de pasar una vida como auténtica luchadora y superviviente. Una novela llena de emociones. La autora trabaja hoy en California como psicóloga para ayudar a curar las heridas de la mente.
Ella, Edith Eger, junto a sus padres y hermana fueron detenidos por los nazis durante la II Guerra Mundial y llevados a campo de exterminio de Auschwitz, donde sus padres perecieron en la cámara de gas. Las dos hijas jóvenes esperaban también su muerte, pero Edith comenzó a bailar El Danubio Azul para el monstruo de Menguele, capo nazi al que se atribuyen la gran matanza sádica del holocausto.
El arte de Tepsicore salvó a Edith de una muerte segura. “La guerra me había enseñado a percibir el peligro antes incluso de poder explicar que me había asustado”, escribe la novelista, que abre la primara parte con la afirmación de “yo era dueña de mi secreto y mi secreto me poseía”.
Todos los que vivimos somos hijos de supervivientes, tras una historia de violencia sanguinaria y muerte, pero el pueblo judío lo ha sido con más evidencia y ha extremado su inteligencia para resistir y sobrevivir, para salir a flote. Edith Ager lo pone de manifiesto en esta intensa y amena novela titulada La bailarina de Auschwitz.