El organismo señaló que 1.114 niños padecían diversas formas de desnutrición, incluida la forma más peligrosa, conocida como desnutrición aguda grave.
Monica Awad, portavoz de Unicef, sostuvo que las evaluaciones en los últimos tres meses encontraron que 232 niños tienen desnutrición aguda severa, un nivel de desnutrición que requiere tratamiento urgente para evitar la muerte del menor.
Otros 882 niños padecían desnutrición aguda moderada y más de 1.500 estaban en riesgo de padecerla, según Awad.
"El mes pasado hubo dos muertes varias muertes de bebés: una niña de 34 días y un niño de 45 días, debido a la lactancia insuficiente", reveló Awad.
"Las madres tampoco tienen acceso a alimentos de calidad, lo que las hace frágiles e incapaces de amamantar a sus hijos".
Sahar Dofdaa, de solo 34 días, murió el domingo en un hospital de la ciudad de Hamouria, en el este de Ghouta.
Unas imágenes impactantes captadas por un periodista que trabaja con la AFP la muestran desnutrida, con los ojos abiertos, desfalleciente y tiene la piel pegada a los huesos.
Trató de llorar, pero carecía de la fuerza para hacer mucho ruido. Su joven madre solo sollozaba.
Colocada en la balanza, pesaba menos de dos kilos.
Su madre estaba demasiado desnutrida como para amamantarla y su padre, que ganaba una miseria en una carnicería, no podía comprar leche y suplementos alimenticios.
Ella murió en el hospital el domingo por la mañana y sus padres la llevaron a su pueblo cercano de Kafr Batna para enterrarla. Era su única hija.
"Las necesidades humanitarias son grandes", dijo Awad.
"Necesitan alimentos de calidad, medicinas y suministros para la nutrición terapéutica".
Se cree que hasta 400.000 personas viven en Ghouta, uno de los últimos bastiones de la oposición de Siria en Damasco.
El área ha estado sitiada por las fuerzas del presidente Bashar al Asad desde el 2013, lo que ha provocado escasez de alimentos y de medicamentos, así como un aumento vertiginoso de los precios de los productos se producen localmente o se ingresan de contrabando.
Los convoyes de ayuda humanitaria rara vez han podido acceder a la región, que alguna vez fue conocida como un área agrícola florenciente.
El 23 de setiembre, un convoy que transportaba comida y asistencia médica para unas 25.000 personas ingresó a tres áreas sitiadas de Ghouta Oriental, según la ONU.
Pero Awad dijo que "no era suficiente para satisfacer las necesidades de todos los niños".
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