Fiesta del pulpo en Carballino

El pulpo a la gallega ( polbo á feira) es un plato tradicional de Galicia aunque ya se ha generalizado por toda España. Está presente en las ferias y romerías gallegas Sus propiedades son harto conocidas : gran valor culinario con una carne de muy buena calidad. Aporta una gran calidad de proteínas y un bajo contenido en grasas, lo que influye en su escaso contenido calórico y bajo aporte de colesterol. Rico en vitaminas B3, B12, selenio, potasio y zinc. Pero lo que nadie duda es que es el protagonista de toda fiesta, y más aún, si no tiene competencia con otros platos merece un día especial todos los años.

A partir del siglo XII enormes cantidades de este cefalópodo fueron entregadas a los frailes de Oseira que iniciaron la comercialización de este producto en las tierras de O Carballiño, en la vecina parroquia de Santa María de Arcos. De ahí que la totalidad de sus familias se dedicaran a este oficio.

Dicen que las ‘pulpeiras’ de O Carballiño han mantenido este quehacer con toda dedicación y compromiso. Mujeres expertas en cocer en grandes ollas tradicionales y cortar esta maravilla del mar.

Desde hace “medio siglo y un lustro” se celebra el segundo fin de semana de agosto la fiesta en honor del famoso cefalopodo que surgió como idea colectiva de una reunión de amigos. Las pulpeiras de Santa María de Arcos en O Carballiño no dejan de ejercer su magisterio en preparar el pulpo a punto y saben, por trayectoria oral, que la gente del mar pagaban a los monjes cistercienses de Oseira con pulpo seco que consumía la propia comunidad, los criados y aparceros que trabajaban las tierras monásticas.

Como top de lo que con sabiduría y dedicación van avanzando en esta localidad se ha logrado una tapa de 5,37 metros de diámetro y un peso de 750 kilos, confeccionada el pasado día 8 de agosto, con la que Carballiño batió su propio récord respecto al año 2016. Se confeccionaron 1500 raciones en casi 11 minutos. Contó para su elaboración con varias pulpeiras y colaboradores. Cocidos previamente en las calderas instaladas en la Praza Maior, se aderezó con sal gruesa, aceite de oliva y pimentón. Todo un manjar al que nadie se ha resistido a probar.

Nos ha dicho el alcalde de Carballino Francisco Fumega “El pulpo llega fresco a Carballino desde unos 70 km. Pero la historia viene del siglo XII. Estas tierras del interior eran todas de dominio monástico, concretamente del monasterio Oseira y sus propiedades llegaba hasta el mar , hasta el Puerto de Marín. El pulpo es un producto de los pocos que se han conservado. Se secaba, se hidrataba y se volvía a cocer con lo cual se acabó convirtiendo en una moneda de intercambio entre el monasterio de Oseira y los campesinos que cultivaban las tierras. Poco a poco fue popularizándose en las ferias y convirtiéndose en un manjar propio de esta tradición gallega en las tierras de interior.

Gracias a las pulperas se conserva hoy, esta costumbre que ha pasado de generación en generación. Todavía tenemos unas 200 familias que de una manera u otra viven de este producto El proceso ha cambiado. Con el congelado se rompe su nervio, pero todavía quedan las calderas, el fuego y estas profesionales, estas mujeres que mantienen la tradición. La clave de esta fiesta es también un “encuentro con los gallegos de aquí y los gallegos de allá y con quienes no son de Carballino pero les gusta y comparten nuestras tradiciones. Para ello el producto estrella lo maridamos con dos productos esenciales como un buen vino de Ribeiro que en este momento está en auge y con pan de cea que es tradición en Galicia”

Esta fiesta tiene que ver con la emigración. De aquí salió mucha gente en momentos difíciles y por la manera que los países de América los habéis acogido nosotros recibimos a los gallegos de primera y segunda generación y a los sudamericanos en general. Carballino es un pueblo muy hospitalario, cordial que tiene memoria y- como no puede ser de otra manera- recuerda el recibimiento que hicisteis en otras épocas y lo agradece.”

Pero no solo de comer han vivido los asistentes un amplio programa de actividades culturales, deportivas y de ocio, han dinamizado la que ya es la 55ª edición de la Festa do Pulpo. Desde una “andaina” (andada) nocturna a los petroglifos de Cangues hasta el concierto del grupo de música pop, La Unión. Muchos representantes de esta población elogian los valores de la colectividad gallega en el exterior, que constituye en todos los lugares un ejemplo de integración al mismo tiempo que se esfuerza por mantener vivas las tradiciones y cultura gallega en el extranjero.

Nos cuenta el concejal de Turismo de Carballino José Manuel Dacal cuando le preguntamos ¿Cómo se ha conseguido este nivel de posicionamiento a nivel internacional?

“Es una tarea ardua, de gente que lleva trabajando muchos años en el dominio del pulpo. Los monjes de Oseira tenían propiedades en Marín…porque aquí no tenemos mar. Es un cruce de caminos. En el pasado se hizo una feria y ahí nacieron los pulpeiros, en la zona de Arcos. Cogieron el arte, cogieron el punto del pulpo porque antiguamente lo maceraban, lo ponían al sol lo elaboraban de otra manera. Pero con su arte, con su manera de cortar y su rapidez hicieron que Carballino sea mundialmente conocido

Es una villa pequeña, de interior, con 14.000 habitantes. Es de muchos emigrantes. Nuestra gente emigró a países de Sudamérica y Europa y en estas fechas retornan, se juntan y se sientan entorno a la mesa familiar. Esos emigrantes han hecho mucha promoción y los visitantes vienen de todas partes y eso ha hecho que estemos en la cumbre en este tipo de fiestas. Por otra parte tenemos de todo: hoteles, zonas termales, balnearios que ya han sido reconocidos por sus aguas medicinales para la salud y para la piel. Es un consello limpio, sano, económicamente solvente y ameno por lo que la gente se siente integrada.”

^(*) Sully Fuentes Ciocca es periodista y presidenta de ACPI (Asociación Corresponsales de Prensa Iberoamericana)