Leonardo Padura, autor de “La novela de mi vida”, con el poeta cubano José María Heredia en el argumento

La novela de mi vida, publicada por primera vez en 2002 y recientemente por Tusquets, va dedicada “A mi padre, maestro masón, grado 33, y con él, a todos los masones cubanos”.

Leonardo Padura (La Habana, 1955) es uno de los escritores cubanos y latinoamericanos más sobresalientes de hoy. Sucesivamente galardonado, ha obtenido los premios Café Gijón, Dashiel Hammett, Raimond Chandler, Nacional de Literatura de Cuba y Princesa de Asturias. Sus novelas policiacas con Mario Conde como detective protagonista han tenido un gran reconocimiento.

Entre las obras más conocidas de Padura, además de la serie Mario Conde, están: El hombre que amaba a los perros, Herejes, y Aquello estaba deseando ocurrir.

La novela de mi vida se abre con unos versos de José María Heredia en 1824: ¿Por qué no acabo de despertar de mi sueño?/ ¡Oh! ¡cuando acabará la novela de mi vida/ para que empiece su realidad.

En los agradecimientos, Leonado Padura explica: “en la faena de escribir un libro como este, el autor necesita apoyarse en los juicios, las búsquedas, lecturas, colaboraciones y confianzas de muchas persona a lo largo del proceso de investigación, escritura y revisión de la obra”-

José María Heredia y Campuzano (Cuba, 1842 – México, 1905) es el iniciador de la poesía romántica en Cuba y en toda Latinoamérica. Fue nombrado Poeta Nacional de Cuba y es conocido como el Cantor del Niagara. Fue un brillante escritor en la América del XIX y principios del XX. Escribió magníficos sonetos.

“Ocho años después de su muerte, al ser clausurado el cementerio de Santa Paula y no presentarse ninguna reclamación, los restos de José María Heredia fueron lanzados a una fosa común del cementerio de Tepellac”, dice la Noticia histórica al final del libro. No hay una tumba con su nombre ni se conoce el destino de su lápida original, donde fue grabado el siguiente epitafio: Su cuerpo envuelve del sepulcro velo/Pero le hacen la ciencia, la poesía/ Y la pura virtud que en su alma ardía/ Inmortal en la tierra y en el cielo”.

Sic Gloria transit. La novela de Padura nos habla del gran poeta romántico cubano y de la buena escritura del narrador.