Durante la gala se puso de relieve que la anchoa y el jamón comparten la sal, el sobado, la curación y el tiempo en su proceso de elaboración, además de la tradición , el saber y la identidad de un pueblo. Siendo, curiosamente, lugares tan distintos, la sierra y el mar, el sur y el norte, ambas ferias gastronómicas conectaron y se hermanaron para impulsar juntos sus respectivos productos, el jamón y la anchoa, y aprender unos de otros en la promoción de los mismos a través de sus ferias.
El alcalde de Aracena dio la bienvenida a los miembros de la Cofradía de la Anchoa del Cantábrico, creada en el año 1.988, y alabó la iniciativa del hermanamiento. Los santoñeses resultaron la sorpresa positiva que les había causado Aracena y su entorno por los muchos tractivos que atesora.
El regidor municipal onubense hizo entrega a la representación cántabra de una placa conmemorativa y ésta le otorgó el escudo de la villa de Santoña, una réplica del barril siciliano donde se prensa la anchoa y un pergamino con el acta del hermanamiento.
Al final, se proyectó un video sobre los atractivos turísticos de Santoña para que el público asistente al acto conociera La Villa de Juan de la Cosa.
Según anunció el alcalde, la Feria del Jamón estará presente en el mes de abril en Santoña con motivo de la celebración de la Feria de la Anchoa.
Además del concejal de Turismo santoñés, se desplazaron a Aracena los miembros de la Cofradía de la Anchoa del Cantábrico, Pirolo Ruiz Teja, Pedro Benavent y Fernando Andonegui.