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ELECCIONES EEUU

Debate Clinton vs. Trump
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Debate Clinton vs. Trump

martes 27 de septiembre de 2016, 21:11h
27SEP16.- El populismo de derecha de Donald Trump enfrentado a la la política post-crisis de Hillary Clinton; saltaron chispas, pero no se pudo ver nada que no se haya visto en los mítines de los respectivos candidatos en fechas previas.
Debate Clinton vs. Trump
Debate Clinton vs. Trump
Ayer fue el primer debate televisado de los tres previstos entre la candidata por el partido demócrata, y ex Secretaria de Estado de la administración Obama, Hillary Clinton y el millonario reconvertido a político, candidato del partido republicano, Donald Trump.

La expectación era máxima, conocido el punto deslenguado, insolente y rozando las malas formas que ha exhibido el candidato republicano. Sus 'forofos' esperaban verle en la yugular de Clinton por el asunto de los correos, por ejemplo. Recordemos que la actual candidata demócrata montó un servidor de correo privado en su propio hogar, que usaba de manera paralela a los servidores oficiales proporcionados por el Gobierno para su tarea como Secretaria de Estado y funcionaria, si bien siempre mantuvo que no había enviado ni recibido información 'clasificada' a través de este servidor. La comisión del Departamento de Estado y el FBI, después de revisar miles de correos, han concluído que no se presentarán cargos contra Clinton por este uso descuidado de un canal de comunicación; aunque sus detractores y críticos consideran que fue extremadamente ignorante respecto a temas de seguridad, o dando una vuelta de tuerca en la conspiranoia, que se había saltado a propósito los protocolos establecidos para su cargo en estos temas.

Pero no fue aquí donde saltaron las chispas, y los partidarios de trump se quedaron con las ganas. Ya apercibido de que ninguna causa penal o política prosperará que le complique la vida a Clinton, Trump decidió no insistir en esa parte, y salvo algunas salidas de tono que simplemente no puede evitar, no irritó a Clinton más de lo que habitualmente irrita a cualquier persona que comparta con él más de 5 minutos de diálogo.

En realidad la conclusión acerca de quién ganó el debate es muy clara. Clinton salió victoriosa por largo, puesto que resistió los golpes de Trump muy bien, no se dejó arrastrar por su verborrea y sus ataques personales (una de las estrategias que más gustan a Trump) y además articuló su discurso y el debate mucho mejor que su rival. Trump es un candidato que funciona excelente delante de su propio público, pero que suele fallar en los enfrentamientos cara a cara, puesto que su discurso es demasiado sencillo para un debate tan largo. Sigue manteniendo su estrategia de enunciar sus tres ideas básicas y ocupar el resto del tiempo en un bucle que consiste en repetirlas prácticamente de la misma forma. Clinton fue más explicativa de su proyecto, haciendo hincapié en los logros de la presidencia demócrata de Obama y señalando esa característica de Trump que delante de sus votantes es una virtud pero en un debate es un defecto, su escasez a la hora de explicar cómo pretende hacer de Estados Unidos una nación 'grande otra vez' simplemente a base de bajar impuestos y renegociar los tratados internacionales de comercio.

Clinton, con su programa socialdemócrata post crisis, apeló al control de armas, al crecimiento sostenible (incluso puso título a este apartado llamándolo 'América será la potencia mundial de la energía limpia y renovable del siglo XXI'), diciendo que su plan consiste en el impulso de la ciencia y la tecnología de las energías renovables y su implantación; también insistió en la educación, en la integración de las comunidades de inmigrantes y la minoría hispana, afroamericana y musulmana (afeando la actitud abiertametne islamofóbica de Trump), en impulso de infraestructuras y en planes de contingencia. Por su parte Trump tardó 25 segundos en pronunciar la palabra “China” y 35 segundos en decir “México” y prácticamente las únicas medidas en las que insistió incansablemente en todo el debate fueron en que hay que cambiar las regulaciones de impuestos a la baja para que las empresas estadounidenses no se vayan a México a producir (con salarios más bajos en el país centroamericano que en los EEUU muchas empresas prefieren instalarse en México), renegociar los tratados para que China no les 'robe' fortaleza económica (Hillary no perdió la oportunidad de señalar a la audiencia que Trump cree que el cambio climático es cosa de los chinos, deslizando sutilmente el argumento de que Trump puede ser apto para lo suyo, los negocios, pero en cosas como el pensamiento científico está totalmente perdido, mientras que Trump le devolvió el golpe señalándola como 'jefa del ISIS'); otro de sus lemas, “Ley y Orden” fue cuestionado por Clinton con un contundente “¿y cómo piensa instaurar ley y orden? Se necesita un plan que todavía no nos ha contado”.

En el 'juego sucio' de este 'deporte' aparecieron alusiones a la salud de Clinton (te falta fuelle, le dijo), al machismo de Trump (“las mujeres no deben ganar lo mismo que los hombres” fue una frase pasada de Trump que Clinton aprovechó para echarle a la cara), el “mal carácter de ella” señaló el republicano, “la incapacidad para manejar situaciones de responsabilidad como tener en su poder los códigos de lanzamiento de armas nucleares” le devolvió ella. Realmente fueron los únicos momentos que captaron atención, porque Trump no estuvo demasiado brillante (como siempre) con lo que Clinton tampoco tuvo que hacer demasiado esfuerzo. Se agradecería que en el próximo debate los asesores de Trump, tomada nota de lo de ayer, intenten que su candidato tenga mejores resultados en estos cara a cara, habida cuenta de la enorme suma de dinero que el republicano debe pagarles. Repetir "tremendous" y "great again" continuamente puede no ser tan buena estrategia en estos casos, después de todo.

Es cierto que desde fuera no se ve gran diferencia entre los dos candidatos, y que la política exterior y la geoestrategia de los Estados Unidos no van a cambiar demasiado -aunque Trump quiere en teoría desprenderse de compromisos con los aliados mientras que Clinton insiste en mantenerlos- (y algunos se lamentarán por esto, visto lo que sucede en América Latina o en Oriente Medio), pero es indudable que las visiones de uno y otro para la economía y la política domésticas son completa y diametralmente opuestas (Trump: bajar impuestos, Clinton: que paguen más los que más tienen). En caso de que Trump no gane las elecciones, tendrá que ver el partido republicano hasta qué punto ha sido beneficioso o perjudicial 'gozar' de un candidato como Donald Trump.

Quedan dos debates televisados antes de las elecciones. Todavía no hay resultados notables del impacto de éste en los electores estadounidenses (salvo que Clinton ha sido la cómoda ganadora), cada candidato, republicano y demócrata, tiene muy afianzada su base de electores, y no es demasiado probable que los indecisos vayan a ser los que definan quién será el o la presidenta de los Estados Unidos, más bien serán los que se han abstenido de votar anteriormente y los que votan por primera vez los que sumarán votos a un candidato u otro.
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