La coalición creada para estos comicios por Podemos e Izquierda Unida (IU) no ha añadido ningún escaño a la suma de ambos partidos, 69 y dos diputados respectivamente, obtenidos por separado en diciembre del 2015, de los 350 que componen el Congreso español.
La unión entre ambos partidos perdió cerca de un millón de votos con respecto a las elecciones de diciembre del 2015.
Pablo Iglesias, en una comparecencia pública, reconoció que esperaba "unos resultados diferentes esta noche", y admitió su preocupación por que el gubernamental PP (centroderecha) haya mejorado sus resultados, ya que ha subido de 123 a 137 escaños.
Todas las encuestas publicadas en España en las últimas semanas e incluso las realizadas el mismo domingo a pie de urna, otorgaban a la coalición de izquierdas un resultado muy superior al obtenido y le auguraban una segunda posición, por delante del PSOE (socialistas), cosa que no ha ocurrido.
Iglesias apostó en su intervención por "privilegiar el apoyo entre las fuerzas progresistas" y, respecto a la coalición de Podemos e IU, afirmó que "es el camino correcto" y, respecto a un acercamiento a los socialistas, que consiguieron 85 diputados, declaró que "sería sensato" dialogar y trabajar juntos.
El candidato de Unidos Podemos, con rostro serio, destacó, no obstante, el ascenso de su formación, Podemos, que con dos años de existencia, ha conseguido estos resultados, que calificó como un "éxito sin precedentes", aunque insistió en que no se conforma y que van a trabajar para ser la primera fuerza política en España.
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