El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani condenó el ataque "en los términos más enérgicos" en un comunicado difundido desde el palacio presidencial, ubicado a pocos metros del lugar del atentado en la capital afgana.
La insurgencia liderada por talibanes afganos ha cobrado fuerza desde el retiro de la mayoría de tropas internacionales a fines del 2014, y se cree que el grupo islamista se habría fortalecido en gran medida desde que fue expulsado del poder por fuerzas locales apoyadas por Estados Unidos en 2001.
El jefe de la policía, Abdul Rahman Rahimi, dijo que civiles y miembros de fuerzas de seguridad afganas se encuentran entre los muertos y heridos por el atentado.
El ataque comenzó con la explosión de un coche bomba durante la hora punta de la mañana, mientras que fuerzas de seguridad y milicianos intercambiaron disparos después, según testigos de Reuters cerca de la escena.
Los milicianos talibanes reivindicaron la responsabilidad del atentado contra la oficina que alberga a una unidad de la Dirección Nacional de Seguridad.
Dijeron que un coche bomba detonó en la puerta principal frente a la oficina, permitiendo a otros combatientes, incluyendo más atacantes suicidas, ingresar al resguardado complejo.