Un paseo gastronómico por Mallorca

Entrando en materia gastronómica, os diré que es una cocina muy autóctona y a la vez severamente internacional, pero hoy vamos hablar de la autóctona.
Para empezar, desayunar una ensaimada mallorquina es uno de los referentes de estas islas, aquí la ensaimada no sabe igual que en la península, pero el secreto -aunque muy escondido-, uno que se considera investigador de los fogones, lo ha descubierto después de hacer muchos interrogatorios; el secreto está en la manteca blanca del porq negre (el cerdo negro) que es genérico de estas islas y que miman por encima de todo.

Entrando en su gastronomía, que como decía antes es muy internacional, hoy solamente voy hablar de unos de mis preferidos: PORT PETIT, citado en Cala d’Or, una de las calas mas acogedoras. Gerard Denier fue el primero que puso el lujo de rebajas con su menú bistrot, fue el pionero de la comida fusión en la isla. No os podéis perder sus langostinos en papilote, con carpacho de piña y sorbete de Clichy; sus pescados siempre de la bahía, asados siempre al horno, con hierbas aromáticas, habitualmente son piezas para dos personas.

Y de allí nos vamos a los pescados de Playa Postal, mero, serviola, cap-roig, dentón, el famoso gallo de San Pedro, gambas rojas y calamar de potera. Estos son los sietes grandes protagonistas del Restaurante Playa Postal, un restaurante familiar que funciona desde 1934 en primera línea de Cala Galiota, Juan Rodríguez es su anfitrión pero allí trabaja toda la familia, sobre todo su padre que elabora unos platos más guisaditos.

El calamar negro de Casa Manolo

Ses Salinas sale en el mapa de los famosos gracias a Casa Manolo. Manolo Barahona, una de las tascas sagradas de la isla, la fundó su padre como bodega en el 1945. Su pescado se le considera el mejor de la isla y ya es difícil, sólo se echan de menos las ortiguillas y erizos, pero los invertebrados son el sustento del jefe, que va siempre como una moto Juan (tercera generación) Además de unos arroces antológicos, tiene el calamar de potera que ya justifica venir a esta parte sur de la isla. Asados con sus vísceras y troceado y tintado a la vista del cliente, es un plato de los que han creado escuela. La anécdota de Manolo es que un día, vinieron los príncipes, y les dijo: ¡Don Felipe, eso se avisa!....

Las Fideuas de “Las Sirenas”

Comer una fideuá de marisco en la terraza de arrocería mallorquina justo sobre el club náutico del arenal, es una de las visitas astronómicas obligadas en Mallorca. Aquí no se escatima ni el calamar ni las almejas, cangrejos ni las verduritas de temporada, pero el secreto lo descubrí y es que al ser un restaurante de pescado, siempre hay una marmita humeante con un buen Bumet. También me maravilla este local por su decoración de sirenas en topless ¿porque será?
¡Que aproveche!...