Ana Queral Pinta “El Quijote” en 200 obras

Ana Queral es una artista polifacética que pinta, dibuja, hace esculturas e instalaciones o performances llegado el caso. Su último trabajo, el que le ha tomado las energías de los últimos cinco años, ha sido su serie “Ana Queral pinta El Quijote”, doscientas obras de diferente formato donde recrea los pasajes más significativos de la obra cervantina.


La autora no cejó en su empeño, más allá del IV centenario de la primera edición de la obra maestra de Cervantes, que se celebró institucionalmente en 2005. Ana residió en un país muy cervantino como es México, donde la veneración y el culto al gran personaje de Cervantes llega a tener el mejor museo artístico de Don Quijote en Guanajuato.

No es la primera vez que Ana Queral dialoga con los libros. En México lo había hecho con las obras del oxoniense Lewis Carroll: “Alicia en el País de las Maravillas” y “Alicia a través del espejo”. Una serie de cuadros, relieves y esculturas que dan lugar a una divertida y singular ambientación e instalación artística. La relación de la literatura con otras artes como el cine o las artes plásticas es una constante. Algunos insisten en que las Bellas Artes parten del tronco común de la sensibilidad y de la estética por lo que con frecuencia se entrelazan.

Diálogo intenso con un libro universal

El trabajo de Ana Queral, llevado a cabo en la soledad de su taller madrileño, ha sido un rapto de inspiración, provocado por la lectura de las hazañas y aventuras del singular personaje Don Quijote y su inseparable Sancho Panza. Más se adentraba en el libro de Cervantes, más dinamismo plástico ponía la autora en sus dibujos y pinturas. “Ana Queral pinta El Quijote” es un arrebato de entusiasmo casi místico, entre una creadora plástica y la obra maestra de la literatura universal. Un diálogo silencioso e intenso. Un trabajo solitario y frenético que se ha desarrollado día a día en el retirado estudio de la autora en La Moraleja. Más de doscientas piezas entre las que hay dibujos, tintas, pinturas, collages, relieves, retablos, esculturas y arte-objetos

No había prisa, confesaba la autora a los que nos acercábamos a su taller mientras trabajaba en su Quijote. Quiero hacer un trabajo serio, riguroso y profundo, añadía con convencimiento. Yo sabré cuando he de ponerle punto final. Y ese término llegó cuando acabó las pinturas y dibujos que ilustraban o aludían a las diferentes escenas quijotescas. Cuando la creatividad plástica llegó a su fin, Ana Queral quiso hacer un relato propio por escrito de los capítulos leídos y aludidos en sus obras, los que más le habían interesado o impactado.

Su idea no fue sólo hacer una serie pictórica sobre El Quijote sino hacer también un resumen, una síntesis del libro de Cervantes, que pusiera de manifiesto su propia lectura y su particular interpretación narrativa. Como otros autores llevan a cabo la visión de la Pasión de Cristo –Ana Queral también la ha abordado en algunos cuadros- la autora ha querido mostrar las venturas y desventuras del Caballero de la Triste Figura, el glorioso hidalgo don Alonso Quijano, convertido por amor de los libros de caballería en un ingenioso hidalgo aventurero, “Don Quijote de la Mancha”.