Ese hábito, usual en muchos países, acaba de ser prohibido en Suiza. Las autoridades de ese país indicaron que desde marzo de este año, nadie puede volver a usar ese método. Lo correcto, dicen, es aturdir mediante una descarga eléctrica al animal antes de sacrificarlo.
"Los crustáceos vivos, incluida la langosta, no podrán ser transportados sobre hielo o agua helada. Las especies acuáticas deberán mantenerse en su entorno natural”, explica la nueva regulación que busca evitar el dolor innecesario de estas especies.
Una medida similar había tomado Italia en junio de 2017. El Tribunal de Primera Instancia de Florencia prohibió que los restaurantes conservaran a esos crustáceos en hielo antes de ser cocinados, pues supone maltrato animal.
"Cocinar langostas vivas es una práctica social habitual, pero mantenerlas en condiciones que les causen dolor en los momentos previos no puede ser aceptado", había advertido el tribunal que, además, multó con 5 mil euros a un restaurante que no había adoptado la medida.
En el caso de Suiza, ninguna de las dos opciones será aceptadas de ahora en adelante. Ya a principios del año pasado había adoptado otra iniciativa que le dio la vuelta al mundo: prohibir los dispositivos que automáticamente castigan a los perros por ladrar.