“Rey o Bufón” o reconciliarse con el gran teatro

Se trata, en la alta Edad Media, del enfrentamiento de dos personajes por el amor que profesan a la Reina. El Rey - papel que representa magistralmente el veterano actor y director Ángel Borge -, profundamente enamorado de ella, la cual le desprecia por ser un hombre lleno de contradicciones, dudas recelos y miedos; y el bufón – cuyo personaje encarna el joven actor Antonio Martínez en un alarde de actuación –, hombre maléfico pero gracioso, perspicaz y comprensivo.

Este es el eje central de la trama, que trascurre en una de las Salas del Castillo, que bien pudiera ser el de Hamlet, Príncipe de Dinamarca, que yo visitara de muy joven, y cuyo texto es de una belleza indescriptible. Si a esto unimos la actuación también magnifica de Tomás Rojas en el papel del monje, cosa que hace con propiedad y dominio, y el decorado austero como marca la época, más los afectos musicales muy elegidos por Javier de Blas, hace que asistamos asombrados a una pieza teatral que nos retrotrae al gran Shakespeare y por qué no decirlo al también grande Jean Anouilh, pues en determinados momentos de la representación cuando el Rey arrellanado en su trono sonríe después de haber estado enfurecido, crees en un escalofrío ver al gran Peter O´Toole en aquel filme inolvidable “Beckett o el honor de Dios” en que daba la réplica a Richard Burton, dado el enorme parecido que Ángel Borge tiene con el gran actor.

La realidad, lectores, es que contemplas estupefacto un teatro hoy casi desaparecido, el gran teatro dramático y trágico de raigambre eterna que ya apenas se ve en los escenarios. Esto produce una gran emoción y un enorme placer, pues se trata de la belleza y de la verdad de unos seres que trascienden del escenario y que nos traen a la memoria y a los sentidos lo mejor de la historia del teatro de todos los tiempos.

Bravo por Borge, por A. Martínez y por Tomás Rojas, bravo por el irlandés Ghelderode, bravo por todos ellos, pues gracias a un trabajo colectivo sensacional e impecable, nos hacen sentir de nuevo la grandeza del teatro, reconciliándonos con él.

(*) Germán Ubillos Orsolich es Premio Nacional de Teatro, dramaturgo, ensayista, novelista y escritor.